miércoles, 16 de abril de 2014

A veces los modos de la cámara no son necesarios...

Lo que aparece en esta imagen, es el motivo de esta nota y entenderán perfectamente de que vamos a hablar. 
Son los iconos de modos de escena que llenan el dial de los modos de exposición. Son los dibujos del atleta, la flor, las montañas, los fuegos artificiales y todo tipo de gráficos perfectamente legibles que nos prometen un disparo más perfecto y sencillo por una exposición perfecta. O, como dicen en algunos manuales, "resultados profesionales". 
Son los modos pensados para fotógrafos que no tienen conocimientos suficientes, la paciencia de pensar una toma, o los que aún no dominan una cámara. O  quizás no quieren mayores complicaciones. O lo que es peor, piensan que estos modos realmente funcionan.

Pero -y aunque parezca mentira- vamos a simplificar el uso de las máquinas fotográficas, apostando por los modos clásicos de exposición y cómo pueden suplantar sin problemas a esos iconos que les ponen a las cámaras para parecer más completas.

Los modos de exposición clásicos

La exposición es una de los aspectos técnicos más importantes de la fotografía.

Consiste en la acertada combinación del diafragma, la velocidad de obturación y la sensibilidad para conseguir una buena representación de la luz de la escena.

Hay muchas formas para conseguir una acertada combinación en función de la luz o de los efectos que se quieran obtener. Con un uso adecuado podemos conseguir más o menos luz y una mayor o menos profundidad de campo.

Los modos clásicos ya fueron tratados en detalle en esta nota: (CLICK al enlace) 
Recomendamos su lectura !


Desde ya, Cada fotógrafo tiene la libertad de elegir el modo de exposición que más le interese. Podríamos trabajar, por ejemplo, con Prioridad al diafragma en los viajes, Manual en el estudio o interiores y Programa cuando vamos de recorrida por la ciudad. Todos ellos siempre se complementarán con la eficaz ayuda de la compensación de exposición y por supuesto, con el histograma.
Una vez que un fotógrafo encuentre su forma de trabajar y la domine, no necesita nada más. El 90% del trabajo podríamos realizarlo en Av y conseguir todos los efectos que queramos o necesitemos. Con trípode o con flash, o para perfeccionar la forma de entender la luz, usaremos al modo Manual.


Cómo evitar los modos de escena

Los modos de escena son ajustes preestablecidos que permiten, según dice el manual de las cámaras, conseguir resultados "asombrosos" con el mínimo esfuerzo, sin pensar. En principio parece una buena idea, pero tienen varias limitaciones.
La primera es que no permiten trabajar en formato RAW (en las cámaras que lo disponen). Lo que nos impide obtener todo el potencial del sensor de la cámara que nos hayamos comprado.
En segundo lugar, como sólo funcionan en jpeg, el archivo es tratado para conseguir los mejores resultados posibles desde el punto de vista de los ingenieros. Piensan siempre que los paisajes deben rebosar de verde o que en los retratos sólo hay que enfocar los ojos.
En definitiva y muchas veces, complican el uso de la cámara pues si nos olvidamos de cambiar el modo de escena, la siguiente fotografía será más difícil o no conseguirá el efecto buscado. Estandarizan los resultados. Por eso vamos a ver qué hacen y cómo podemos conseguir el mismo efecto con los modos tradicionales.

Modo deportes

Aquí lo prioritario es conseguir la velocidad de obturación más alta posible para congelar el movimiento. Hay una única forma de conseguirlo, con el diafragma más abierto. Si tenemos la suerte de tener mucha luz, podemos seleccionar la velocidad de obturación que queramos. Y como último recurso, podemos subir el ISO.

Modo Paisaje

Este ajuste busca el diafragma más cerrado según la luz disponible para conseguir la máxima profundidad de campo. Es algo tan sencillo lo que hace que lo podemos hacer nosotros en el modo AV. Puedo prometer que no hace más, si acaso modificar el jpeg para que los colores salgan más saturados. Pero eso nosotros lo sabemos hacer en Adobe Camera RAW o similares.

Modo Retrato

Para conseguir buenos retratos lo importante es tener bien enfocados los ojos y tener unos tonos piel inmejorables, propios de las estrellas de Hollywood. Con lo fácil que es hacer lo mismo con el diafragma más abierto de nuestro objetivo y en posición tele...

Modo Contraluz

Este es quizás uno de los más complicados de hacer con los modos clásicos, pero no es imposible. Lo que hace es ajustar una velocidad de obturación lenta para impresionar el fondo de la puesta de sol y disparar el flash para iluminar el primer plano.

Modo macro

Este es el más enigmático de todos, pues muchos usuarios piensan que por arte de magia su objetivo se hace macro. Realmente lo único que hace es enfocar el objeto más cercano. Nada más. Si muchos quieren pensar que esto es macro, no hay problema. Lo siento, la fotografía macro sólo es posible con un objetivo macro.

Modo noche

Este modo promete sacar la noche de la mejor forma posible. Lo único que hay que hacer para mejorarlo es poner la cámara sobre trípode (requisito indispensable lo utilices o no) y usar un diafragma abierto y/o un ISO elevado para poder congelar el movimiento.

Podríamos seguir investigando todos los modos de escena que encontramos en las cámaras, algunos tan graciosos como modo Pecera o Acuario, o modo Pareja. Pero lo que recomiendamos es -si verdaderamente te interesa la fotografía- olvidarse de todos ellos y apostar por aquellos que permiten que nosotros hagamos lo que realmente queremos y cómo queremos.



Por último, recomendamos leer este post para saber como proceder y conseguir independencia de los modos prefijados de nuestra cámara (CLICK en el enlace)

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